Si hace un año, en las reclamaciones del sector eléctrico, las facturas erróneas eran un problema secundario frente a otros más frecuentes como las demoras en la concesión del bono social (39%), prácticas abusivas o engañosas de las comercializadoras (26%), cortes en el suministro eléctrico (13%), o conflictos con los pagos en viviendas alquiladas (9%), en los últimos meses se han detectado un incremento alarmante de estas prácticas.

En general, la irregularidad más común se debe al cobro de un consumo eléctrico que no se ha producido por parte del consumidor, dando lugar a un incremento desproporcionado e injustificado del recibo de la luz.

Lo más grave es que estos casos suelen terminar, si el consumidor no puede o quiere hacerse cargo de esa factura irregular, con el corte del suministro eléctrico. Un resultado que consideramos  inaceptable, abusivo y contrario a la normativa de protección al consumidor.

Por esto se va a exigir al Ministerio de Industria, Comunidades Autónomas y CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) que se emprendan las reformas legales necesarias para que esto no pueda ocurrir. Además reclama una investigación a fondo sobre el alcance de estas irregularidades, para conocer si se trata de prácticas generalizada, y que se informe a la Fiscalía por si las compañías estuviesen incurriendo en algún tipo de responsabilidad penal.

Respecto a los cortes de luz, que hasta ahora pueden ser ejecutados de forma unilateral por las compañías eléctricas,  reclamamos:

· Que no pueda interrumpirse el suministro eléctrico si la factura está reclamada.

· Que se cree un órgano independiente que acredite y compruebe la veracidad de la factura, en lugar de las propias empresas.

· Que a las familias en situación de pobreza energética no se les pueda cortar la luz

Prácticas abusivas las comercializadoras eléctricas

Por otro lado,  exigimos más controles frente a comerciales de compañías eléctricas. La última estrategia: llamar al domicilio de los usuarios para supuestamente “regularizar la factura”.

Se trata de un engaño porque las regularizaciones de facturas (devolución de las cantidades cobradas de más a causa de la diferencia entre el precio del kilowatio fijado para el primer semestre y el que finalmente resultó en la cotización del mercado) se realizaron automáticamente, sin que el consumidor tuviera que realizar ninguna gestión.

Con este señuelo se pretende captar la atención del consumidor para obtener sus datos y proceder a un cambio de compañía que no habían solicitado.